Este
verano de 2012 hemos sido testigos de una noticia científica realmente fascinante.
Parece ser que se ha detectado una partícula subatómica que se llevaba buscando
desde hace mucho tiempo, el bosón de Higgs.
El
pasado 4 de julio, la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN)
hizo público el descubrimiento de una nueva partícula subatómica que se
trataría del bosón de Higgs. La probabilidad de que se trate de esta partícula
es de un 99,99994 %, es decir la probabilidad de error es de tres entre un
millón, cifra que oficialmente es suficiente para dar por confirmado el
descubrimiento. Aunque los datos no son del todo concluyentes, están cerca de
alcanzar este objetivo.
Se trataría de un hallazgo extraordinario que explicaría porqué existe
la materia. Peter Higgs (Newcastle, Reino Unido 1929) desarrolló mediante una serie de ecuaciones la idea de que las partículas no tenían masa cuando el Universo comenzó, sin embargo una fracción de segundo después, la conseguirían como resultado de la interacción con un campo teórico, ahora llamado “Campo de Higgs”. En este campo los bosones serían los componentes fundamentales que darían masa a todas las partículas que interactuaran con él. Si no existieran los bosones todas las partículas se moverían a la velocidad de la luz y no se habrían unido entre sí para formar la materia, nada existiría como ahora es conocido.
El nombre de “Partícula de Dios” fue dado por Leon
Lederman (físico estadounidense nacido en 1922, Premio Nóbel de Física en 1988
por sus trabajos sobre otra partícula subatómica, el neutrino). En realidad
Lederman la llamó “goddamn particle”
(maldita partícula) por su dificultad para ser detectada, pero el editor cambió
el nombre por “god particle” que traducido al castellano sería partícula de
dios. Este nombre molesta a Higgs que es un ateo reconocido.
Este vídeo muestra la explicación de este fenómeno mediante una metáfora muy curiosa.
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